Marina es, probablemente, la escort de alto standing con la que más veces he quedado.
Lo cierto es que, desde el punto de vista de su implicación, era, al menos las primeras veces, una auténtica máquina, conjuntado con un cuerpazo de infarto y una cara de gacela siberiana que, aun con un cierto semblante de mala leche sempiterno, mataba con sus ojos azul intenso.
Eso lo positivo, sin entrar en detalles, pero...
La última vez que quedé con ella (después de llevar casi un año "retirada") fue un desastre. Os explico.
En primer lugar, la chica estaba muy desmejorada. Las fotos que salen en su web son de hace por lo menos dos o tres años. En abril estaba bastante más macilenta y paliducha.
En segundo lugar, me hizo ir a buscarla a Plaza España. La esperé sentado en mi coche en la puerta del hotel Plaza durante media hora, sin poder contactar con ella porque no cogía el teléfono, en medio de un tráfico intenso (debían ser las 9 de la noche). Cuando estaba a punto de largarme, apareció... y ya estaba un poco rara. Como si se durmiera. Ella me dijo que no podía dormir y que se tomaba pastillas, pero que no la ayudaban... bueno, es igual. Estaba tan enchufado y recordaba lo absolutamente genial que podía ser en la cama que decidí hacer la vista gorda.
Me dijo que quería llevarme a un hotel en la Barceloneta precioso, frente al mar, que me encantaría... yo acepté. Pero de repente salió con que tenía que ir a su casa a coger su bolso y no sé qué. Y me preguntó si podía llevarla. Yo accedí.
Fuimos a su casa (si no recuerdo mal, estaba cerca del Hospital Clínico), subió, volví a esperarla en la calle, mal aparcado en un chaflán... y pasan cinco, diez, quince minutos. La llamo: "Ya bajo, ya bajo". Espero. A los veinte minutos, ya estoy a punto de irme. Y de repente baja. Pálida como una muerta. Tambaleándose. Entonces me di cuenta... estaba colocada. Recordé también lo que me dijo la gran y olvidada Sandra (de
www.dolcesandra.com, felizmente retirada, supongo): que era una yonqui del hachís que se pasaba el día colocada. ´
Total, que se me quitaron las ganas.
Le dije que no podía quedar con ella, que me había cansado de esperar. Ella al principio me escuchó como si no entendiera lo que me estaba diciendo, y una vez acabé, me dijo: "Vete a la mierda y no quiero verte más".
Así que con las mismas me fui, y, evidentemente, no pienso volver a verla más.
Saludos.