e incluso para clientes que en privado nos tratan como princesas , luego en público, somos putas y malas mujeres
Si me permites Marien:
Creo que se ha desvirtuado el punto de vista de Belle y se lo ha llevado hacia unos perímetros más lejanos que los del mal entendido.
Entiendo que a Belle, lo que no le agrada es denominarse
puta, como concepto global, incluyendo toda su vida al margen.
Y aquello es totalmente respetable, por la misma razón por la que a un
ayudante de cocina le desagradrá que le llamen
pinche, a un
médico, le irritará que le digan
curandero y más fervientemente, a un
sudamericano, le será detestable que le digan
sudaca.
Por más que el ritual sea el mismo, yo decido cómo quiero sonar en mi entorno social. Por consideración, por deferencia, por cortesía.
Más que denotar una
morada en el cielo; el estoicismo de no acatamiento de las denigraciones
vox populi; le propugnan a Belle un ejemplo fidedigno de dignidad; más allá de coloquiales formas de deméritos personales.
Y eso ha sido todo lo que, entre otras cosas (entiendo), nos ha querido transmitir Belle. De no ser así, mil disculpas.
No estimo que fuera de la intimidad, seáis todas malas mujeres.
Por allí hay una frase que reza:
"Siempre he pensado que es injusto, que los soldados sean elogiados y ganen medallas por hacer la guerra; y las prostitutas sean marginadas, por hacer el amor"
La drogodependencia, es nociva. Pero la falta de experiencia, también.
A algunas cabezas frías, no les vendría mal entibiarse un poco.
Hay que ser súbdito del empirismo, para poder emprender teorías.
Saludos cordiales.