Es preciosa, por cierto. Pero eso pasa a un segundo término cuando estás con una mujer como ella y entras con ella realmente en el juego. Entonces te olvidas de todo y disfrutas. Simplemente.
Es preciosa, por cierto. Pero eso pasa a un segundo término cuando estás con una mujer como ella y entras con ella realmente en el juego. Entonces te olvidas de todo y disfrutas. Simplemente.
Sex vobiscum, peccatori!