Hay un detalle que ayuda a entender por qué algunos (y yo el primero) empezamos a pagar por sexo mucho antes de los 55 años... Se trata de la comodidad que resulta del hecho de poder planificar la hora y lugar del polvo
Dependiendo de las ocupaciones y situación personal es bastante complicado salir a "pescar" algo sin horarios ni destinos claros. Es por ello que el sexo de pago me parece una excelente propuesta para disfrutar de estas aventuras a coste y tiempo marcados. Las aventuras y los ligoteos los dejo para otros
Archer