No se trata de vinos, que se catan, son personas, normalmente maravillosas, que nos hacen pasar ratos inolvidables, y que merecen el mayor de los respetos.
Sin acritud.
No se trata de vinos, que se catan, son personas, normalmente maravillosas, que nos hacen pasar ratos inolvidables, y que merecen el mayor de los respetos.
Sin acritud.
Recuerda que, a veces, no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte.
Dalai Lama