Como "Ex" de tantas cosas en la vida, una de mis aficiones ha sido el fútbol, me he arrastrado por muchos campos de tierra, quitado el polvo y la sangre en duchas por las que apaenas manaba un hilillo de agua (bien fría eso sí porque la energía siempre ha sido cara) y curado las heridas con mercromina y un par de tiritas.
Mi puesto favorito era el de centrocampista
destructivo, evitar que el contrario jugara cómodo, incordiar, meter la pierna una y mil veces, sacar los codos a pasear, empujar, rodar por el suelo y volverme a levantar.
Por eso aprecio estos comentarios tan futboleros mezclados con el sudor, los flujos vaginales y el semen del "partido" jugado por el forero que lo cuenta
Archer