Bueno foreros, siguiendo el hilo de todas vuestras conversaciones, he de decíroslos que he vuelto a pecar y como no, con Georgina otra vez.
Ya desde principios de setiembre que había quedado con ella, me rondaba en la cabeza tener un segundo encuentro.
Esta vez la llame y le comente que me gustaría que me sorprendiera, quedamos a las 6,30 de la tarde, como de costumbre, sin esperar ella me esperaba.
Abrió la puerta me hizo pasar, todo estaba tenue, pase al salón y entonces la vi, dios que mujer, con ese conjunto que ni yo sabía como distinguir la piel de esa hermosa prenda, desde los zapatos, subiendo por esas medidas, llegando al liguero que escondía esa pequeña braguita negra con lazos rojito, y en lo alto este top ajustado que oprime todo su ser, natural, pero que ser!
Nos besamos, y la fui desnudando al tiempo que con precisa maestría, ella hacia lo mismo conmigo, no se el tiempo que paso, pero en su oreja le pedí que fuéramos a la ducha, y bajo el agua caliente tuve tiempo para saborear ese jugoso manjar.
Sigue pasando el tiempo y me encuentro en la cama saboreando su hermoso sexo al mismo tiempo que ella hace lo mismo conmigo, cambia de ritmo, la provoco paro y la hago rabiar, quiere seguir, pero hoy llevo el timón, gime y quiero más, yo recorro todo su cuerpo con mi lengua y manos registran aquello que mi lengua ha olvidado, ella vuelve al embite y me hace vibra que si no para, me voy allí mismo!!!
Le pido tiempo que aprovecho gustosamente volviendo a comer de su sexo, ella arquea la espalda y sin poder más me cabalga, en varias posturas hasta que no puedo más y los dos no vamos casi al mismo tiempo.
La hora fue interminable, más de lo pactado, pero ni ella ni yo nos dimos cuenta, me pero feliz salí a la calle ese día.