He estado a punto de no relatarlo, pero en cierto modo os lo debo. Como alguno de vosotros ya sabréis, he estado muchos meses a la sombra. En la penumbra. Pasando calor en los infiernos del mundo. De repente hoy ha aparecido un ángel. Un precioso ángel que me ha rescatado de las catacumbas, y me ha transportado al séptimo cielo. No conozco los anteriores. Si pudiera, me quedaría con ella para siempre.
Ahora saboreando un café recién molido, y dándole una calada a mi cigarrillo de tabaco rubio bien tostado, bastante aturdido aún, os cuento.
FECHA DE LA EXPERIENCIA: Abril
NOMBRE DE LA ESCORT: Patricia
WEB: http://www.martabarcelo.es
DIRECCIÓN: apart. x horas
TELÉFONO DE CONTACTO: 650.139.811
TARIFAS APLICADAS: 200 E.
DETALLES DE LA ESCORT: Una preciosa chica joven guapíssssima, con unos ojazos que enamoran y una boca que es para comérsela.
VALORACI0N ESTETICA DE LA ESCORT: 9
VALORACI0N DEL SERVICIO CON LA ESCORT: 10. Con todas las de la ley.
La Gestalt. Patricia es la Gestalt para mí. Posee un cuerpo perfectamente tallado a mi gusto. Es la encarnación de mis sueños hechos realidad.
No podía. No debía. Demasiados compromisos. ¿ Después de todo este tiempo no me lo merezco ?. Sí. Que les den !. Contacto con Marta Barceló y concreto una cita. No me apetece comer. ¿ Nervios ? es posible. Se acerca la hora y me dirijo a nuestro lugar de encuentro. Los apartamentos B3 siempre me han agradado. No son de superlujo pero son muy completos, limpios y guardan muy bien la discreción.
Patricia llega puntualísima y más guapa que nunca. Entra y me besa apasionadamente, y yo la correspondo de la misma manera. Hacía tiempo que no degustaba a mi perita en dulce. Tiene una boca preciosa, y una lengua exquisita. La sabe utilizar. Me entrego y la beso a placer sabiendo que soy correspondido. Nuestras lenguas se entrelazan, mientras nos echamos unas risas. Nos acariciamos. Seguimos vestidos. No tengo prisa en desnudarla, simplemente disfruto del momento.
Poco a poco nos despojamos de nuestra vestimenta. Debo reconocer que, egoístamente, la dejo en lencería mientras que yo permanezco vestido. Por poco tiempo. En el baño hay jacuzzi, y me propone utilizarlo. Ha sido una idea genial. Temperatura del agua agradable, luz adecuada, y la mejor compañía que haya podido imaginar.
Sumerjidos me enjabona, me acaricia, me masajea, me besa. Estamos cuerpo a cuerpo, disfrutando. Patricia me demuestra y me ha demostrado siempre que le gusta lo que hace. Implicación en su máxima expresión. Mi miembro no puede más, y se asoma al festín. Quiere guerra. Patricia viene preparada y me propina un francés. Un francés que te hace perder el sentido. Garganta profunda. Besos y más besos. Le propongo salir y pasar a la cama.
Mientras nos secamos no puedo dejar de clavar mis ojos en los suyos, y en toda su perfecta anatomía. Ya os digo, es mi arquetipo de chica. Hace que me tumbe y que me relaje, mientras sigue con su perfecta dicción sajona. Sabe cómo colocarse para que puedas disfrutar de preciosas vistas. No utiliza las manos para nada, y gracias al espejo puedo ver más allá de lo que uno puede apreciar en condiciones normales. Mi corazón late estruosamente. Mi cerebro es incapaz de absorver todas las sensaciones a la vez.
Le digo que quiero que me cabalgue salvajamente, y así lo hace. Yo permanezco estirado como inicialmente, ella se pone encima y se gira. El placer es máximo cuando la siento dentro de mí. De nuevo echo mano del espejo, a ratos, y en otros disfruto de la vista directa. La acaricio. La aprieto suavemente. Ritmo y pasión. Me lo estoy pasando de lujo. Cambiamos de postura. Quiero la clásica, para saborear de nuevo su lengua. Ahí imprimo mi ritmo, y exploto. Big bang señores.
Para acabar, una charleta de lo más agradable estirados en la cama. Duchita, y nos despedimos con todo el dolor del mundo. Un ángel caído.
Quiero más !!