Patricia es una chica honesta, simpática, limpia, trabajadora. La la xp fué floja según el barómetro que utilizamos aquí a veces fríamente o frívolamente. Esta vez me resisto a hacer una ficha.
En una noche fría este que os habla se sentía solo al atardecer, y saqué mi loqua lista para arriesgarme y encontrar algo con menos imposturas. Así contacté con la encargada del piso donde trabaja Patricia. Me pareció correcto. Concerté la cita.
Al llegar me condujeron muy amablemente a una habitación y dos chicas, primero una pequeña y delgada pero atlética y después Patricia, entraron y salieron muy rápidamente de la habitación.
Escogí a Patricia, una chica delgada, pero bién proporcionada, con unos pechos generosos y bastante bonitos y morbosos, pero cansados. Patricia no es una jovenzuela. Además la chica parecía agotada, de esto me di cuenta más tarde.
Mientras me cambiaban de habitación, seguía el pompis de la encargada, y ya sabía que me había equivocado de chica
Ya en la habitación con Patricia, me di cuenta que no iba a tener el mejor sexo del mundo. Esa chica hablaba animosa, amable, generosa, pero notaba su tristeza, y su físico denotaba cansancio. En resumen, tuvimos sexo, una vez, fui mimoso, a la par que procuré ir rápido, pero me sentí mal, aunque me pareció que despreciar su trabajo hubiera sido peor, no lo se . Así Patricia pasó buena parte del tiempo charlando, contando como ella era una chica 'de plaza', y más cosas de su vida.
Ha sido una de las experiencias escortianas más humanas que he vivido, desde aquí le deseo lo mejor a Patricia.