Pues a mí esta mujer me la me la dio 'doble y con queso'.
Esperaba que alguien algún día abriera un hilo sobre ella. No soy yo de explicar experiencias negativas, por aquello de la objetividad/subjetividad del asunto, pero ahora que ya ha pasado el tiempo, puedo decir que ha sido una de mis peores experiencias. Nada que objetar en cuanto a su simpatía ni trato, porque realmente es una chica agradable, pero a mí me mintió descaradamente.
La primera, en la cartera.
Le pregunté si atendía en su piso particular y ella me respondió afirmativamente, llegando incluso a decirme que era un lugar 'muy discreto'. Al llegar, se trataba de un local semisótano con entrada por la calle. Cualquier persona vecina del edificio o de la calle sabe que aquello es un local de apartamentos por horas... excepto yo, que no había estado nunca. Bajé las escaleritas, llamé al timbre y me abre la puerta un tío con cara de palo que me pregunta cuánto tiempo voy a estar. Una hora, le digo. Son 30€. 'Qué barato', pienso yo... La cara de idiota que se me puso cuando me dijo que no era el precio de Mireia sino el de la habitación. Yo jamás antes había estado en un local de esos y me jodió enormemente. De apartamento particular y discreto, nada de nada. Por supuesto, en nuestra conversación telefónica Mireia tampoco me avisó de que tendría que pagar la habitación.
La segunda, en la frente.
Subo las escaleras, pico a la puerta y me abre. La habitación está en penumbras, alumbrada sólo por la luz del baño, y apenas puedo verla a ella ni a la habitación (por lo que me es imposible ver las condiciones de higiene del mismo, con lo cual en ningún momento me sentí cómodo allí). Eso sí, rápidamente puedo entrever que la Mireia real está bastante más entrada en carnes que la Mireia 'digital'. Se excusa por el precio de la habitación... pero ya está pagado. Doblemente engañado, decido 'anar per feina' y acabar rapidito. Ya sé que no va a ser mi mejor experiencia... sólo espero que tampoco sea la peor. Al menos es simpática y cariñosa aunque, como decís, sobreactúa de mala manera. La guinda llega cuando al palparle un pecho puedo notar un tremendo bulto en la zona de la base, como si la prótesis de silicona se le estuviera desprendiendo hacia abajo. No le digo nada porque imagino que ella ya es consciente y no quiero incomodarla, pero, como mínimo, es una sensación un poco desagradable. Me afano en 'disparar' rápido, abrevio la 'charla intercoitum' y en el segundo, aprovechando la oscuridad de la habitación, finjo (sí, finjo) el orgasmo, me levanto de la cama, me ducho, le doy las gracias por el excelente servicio y salgo de allí pintando. En total, no más de 25-30 minutos.
Justo antes de irme, cuando ya hemos acabado y ella se ha vuelto a vestir, enciende la luz de la habitación, es de aquellas luces azuladas... y me dice 'es que no me gusta encenderla porque es como de luz de puticlub'. Oír para creer.
Por cierto, antes de empezar no se duchó. Me dijo que ya se había duchado en su casa. Pero visto el historial, cualquiera sabe.
Lo dicho: 'doble y con queso'.
Un saludo,
Hunter... y su rifle
PD: Y lo peor de todo es que la culpa es mía y sólo mía, por no haberme ido en cuanto vi las escaleritas del local.