Pues menos mal que vivimos aquí...
Porque entre que las tías cada vez se hacen más las estrechas y que con tanta ley que solo se cree a las mujeres, da miedo ni siquiera acercarse a alguna en una discoteca.
Pues menos mal que vivimos aquí...
Porque entre que las tías cada vez se hacen más las estrechas y que con tanta ley que solo se cree a las mujeres, da miedo ni siquiera acercarse a alguna en una discoteca.