La ví de paso, sin detenerme en ella, sólo dos besos en la galta, y estaba guapa y vestida de calle, los labios bien pintados y reluciente, con un brillo en sus ojos que decía: "Putin, ¡vente de una putin vez!
Ciao!
Pescanova
La ví de paso, sin detenerme en ella, sólo dos besos en la galta, y estaba guapa y vestida de calle, los labios bien pintados y reluciente, con un brillo en sus ojos que decía: "Putin, ¡vente de una putin vez!
Ciao!
Pescanova