Agradezco vuestras condolencias, pero no veo el motivo. Soy feliz, no paso dinero a mi ex, no me supone gran esfuerzo pagar esa cantidad, ni los regalos añadidos, y no soy político (acabemos con los mitos: los políticos ganan poquísimo al lado de lo que ganan algunos empresarios o profesionales; sé de lo que hablo).