Iniciado por
jordicn
A ver... Ex-escort, no sé si lo recordarás pero hace unas semanas te contesté a un post tuyo en que te dije que te hacías preguntas básicas sobre la sexualidad masculina y que me extrañaba mucho en una profesional (o ex) del tema.
Veo que la cosa sigue igual, con eso del "dedito en el chochito ni hablar", el "beso sí vs. beso no" y "qué asco me hacen determinadas cosas, ¡por Diós!". No es insulto ni ganas de fastidiarte de ninguna manera, pero si fueras mi amiga te recomendaría que estas preguntas que aún te rondan por la cabeza (sobre las cosas que a un tío le gustan realmente y por qué) se las soltaras, en la cama, a tu pareja actual. Ello no ha de parecerte que será menoscabo de la imagen que tu, digamos "novio" (casado, si no recuerdo mal ¿no?), se haya formado de tí, ni que irá en contra de tu estructura personal. Muy al contrario, pensará que quieres conocerle más a fondo, que te abres y que quieres mejorar tu relación con él. Es mi opinión, pero creo firmemente que la vanidad propia, que sólo conduce a la distancia aunque puede haber fascinación, casi siempre va en detrimento de uno mismo y de la relación que se tenga y el hablar, el explayarse con sinceridad, aumenta la posibilidad de la verdadera comunicación, dos personas conectadas más hallá del sexo, incluso del propio amor.
Sentado que no quiero insultar a nadie (palabrita de niño Jesús) yo es que alucino, vamos. ¿Aún no tenemos claro que el sexo es una cosa y el amor otra? ¿Escorts de 200, 300 euros/hora no quieren besar? ¿Pretendemos dar el mínimo, como una señora de menos vuelos pongamos de 60 euros?
La culpa la tenemos nosotros los clientes, evidentemente. Aunque sea ir con una señora mediante contraprestación se tiene la timidez como de a ver qué piensa de tí el camarero estirado de un restaurante de lujo, olvidando que a ese camarero, al maitre, al somelier y al cocinero les pagas tú y en ese momento están a tu servicio, son tu servicio. No se trata de que les puedas soltar una colleja por que tú eres el que paga y manda, pero sí que tienen la obligación de que te sientas a gusto el rato que estás ahí, y si te sientes bien creyéndote el Sultán de Brunei, pues ¿qué? tampoco es delito y en definitiva comer, como hacer el amor, es una experiencia estética, no sólo se trata de alimentarse o correrse. Y como somos un pedazo de soñadores y nos hacemos unas ilusiones del copón, tenemos vergüenza y no concretamos lo que queremos, esperando que de la contraparte de motu propio nos ofrezca un servicio esmerado y muy superior al simplemente soñado.
Y de repente, cuando hay uno que sí que concreta y dice a las claras lo que en realidad al 95% le gustaría, quiero esto y lo otro, éste tío es un degenerado, ¿qué se ha creído?, ah no, ¿chuparla sin goma? y ¿besar? ¿¿¿BESAR CON LENGUA??? Con el asquito que me da, esas intimidades sólo se las reservo a mi novio. Hablar todo lo que quieras corazón y ya es mucho, que por 300 euros y mi carita de emperatriz, te hago un regalo. Ése que sólo quería hablar sí que era un caballero que me aportaba cosas, los demás unos guarros.
Eso en el caso de que la chica sea una estrechita. Como ya han apuntado los compañeros, al contactar por teléfono: "sí chato, de todo sin problemas" y luego en el encuentro: "mira que mala suerte, me va a bajar la regla y no me toques los pechos que me duelen" lo cual es engaño, simple y llanamente.
Y debes entender que si se tratara de sólo correrse, con una muñeca inflable y una peli porno, se puede pasar uno una tarde entretenido a la par que bastante seguro desde el punto de vista de las ETS (aunque hay cada pedazo de muñeca promiscua, que no sé yo...). No, se trata de algo más. Se trata de otra cosa, Celeste.
JordiCN