Iniciado por
cipoton
Antes de lanzarse directamente en un cunnilingus, hay que empezar por acariciar manualmente el sexo... Evidentemente, aunque se trata de un gesto íntimo, es menos íntimo que si se hace con los labios o la boca... La siguiente etapa es la de besar el sexo. Aunque parezca muy simple, no siempre resulta fácil. Poner la cabeza entre las piernas de su enamorada, significa no mirarla directamente a los ojos, perder su mirada y por tanto, pedirle aceptar un gran grado de intimidad. Lo ideal es un hombre que te diga que tu sexo es bello, que huele bien y que lo encuentra delicioso. No hay nada mejor, para que una mujer se vuelva receptiva y consiga abandonarse de una manera natural.
El punto más sensible de la anatomía femenina es, sin duda alguna, el clítoris. No siempre resulta fácil encontrarlo, ya que se encuentra muy escondido entre los pliegues de los labios menores. La zona que se encuentra alrededor también puede ser muy sensible: los labios menores se hinchan con el deseo y son ricos en captadores de placer. Tambien la zona de la entrada de la vagina es muy sensible a los contactos amorosos, así como la zona que se encuentra alrededor del ano.
Es la caricia del clitoris. ¿Cómo? Con los labios que besan, acarician, mordisquean, con la lengua que acaricia, oprime, suavemente, con rapidez... haciendo uso de toda la imaginación posible.
Lo esencial es saber que cada mujer tiene su modalidad de estimulación preferida. A algunas les puede gustar los movimientos muy lentos y marcados, o al contrario, rápidos y ligeros. Otras pueden apreciar las caricias alrededor del clítoris, si es hipersensible, o directamente en su glande, zona muy sensual.
La gran lección que los hombres necesitan aprender, es que el clítoris suele necesitar más tiempo que el pene, para alcanzar el orgasmo.
Pero la clave radica en aplicarse al mismo tiempo en el punto G:
El punto G es, en los últimos años, motivo de polémica. Se cree que podría ser un starter del placer orgásmico, pero su eficacidad sólo se observa en un 10 % de mujeres. El punto G procura orgasmos explosivos, muy intensos. ¿Y qué pasa con el otro 90%? Que siguen buscándolo con su pareja… o acaban perdiendo interés. Lo esencial es comprender que no por buscar el punto G, vas a encontrar EL botón que te permitirá alcanzar sistemáticamente el paraíso. Sin embargo, podrás descubrir en tu vagina zonas erógenas, de placer diferente … ¡y esto es ya muy importante!
Se encuentra más o menos a unos 3 ó 5 centímetros a la entrada de la vagina. Para encontrarlo con los dedos, si te encuentras de espaldas, hay que introducir uno o dos dedos y doblarlos un poquito hacia delante, para tocar este famoso punto G. Cuidado: este punto es una zona relativamente ancha, del tamaño de una moneda de dos euros...
El punto G tiene una sensibilidad particular, completamente diferente a la del clitoris. No es sensible a los roces, a las caricias ligeras, sino más bien a los masajes marcados. Por ello, el gesto debe ser poderoso, más bien lento y ejerciendo una presión relativamente fuerte. También es indispensable que la excitación continúe. Una mujer que no sienta deseo, ni excitación sexual, no tendrá ninguna sensación particular durante esta estimulación.
Como veis estoy documentándome para ganar el concurso