Querido cipoton, acabo de leer tu extenso post y me has dejado atónito. No voy a hacer ningún comentario al respecto porque tampoco podría. Pocas veces alguien me ha dejado sin palabras.
Querido cipoton, acabo de leer tu extenso post y me has dejado atónito. No voy a hacer ningún comentario al respecto porque tampoco podría. Pocas veces alguien me ha dejado sin palabras.
Ha sido un arranque de sinceridad.Iniciado por teenager
Estos días, cuando pillo conexión, tengo que andarme con prisas (pero increíble cómo se está extendiendo por el mundo lo del wireless!), así que no estoy seguro de haber cogido bien la “pregunta original” de Travesura. Me ha parecido, no obstante, que se relaciona con un tema estupendo: el de los llamados “vicios” y las costumbres. Y cuando hablo de “vicios”, claro, lo hago desde la perspectiva social, o sea: aquellas actividades condenadas por la opinión de la sociedad, aunque sea erróneamente, con la autoridad de sus leyes (siquiera formalmente) o de sus costumbres.
“Nuestra actividad”, a pesar de ser tan antigua, ha sido y es todavía considerada uno de esos “vicios”. A los que la practican como sujetos activos (hombres o mujeres), si bien objeto del deseo y de las fantasías secretas de muchos, no se les considera sin embargo un verdadero agente productor de la sociedad: nadie se tomaría en serio, por ejemplo, la candidatura de una escort para un cargo político, y eso en un mundo que no tiene ningún reparo en elevar a las más altas instancias a empresarios enriquecidos fraudulentamente, individuos probadamente corruptos o pistoleros violentos sin más. Y a los que la practican en calidad de sujetos pasivos (no miro a nadie), aunque en ciertos casos contemplados con permisividad y hasta simpatía (cuando no con descarada envidia: véase el caso de artistas bohemios, futbolistas o cantantes de rock), por lo general se les considera elementos poco fiables: el abogado que se va “de putas” (perdón por la expresión: era necesaria para enfatizar la idea) a lo mejor nos engaña en la minuta o a lo mejor ni sabe escribir el contrato; el médico “putero” (perdón otra vez) lo mismo ni sabe dónde están los riñones y nos trasplanta otra cosa. Si no fuera así, si las costumbres de la sociedad no catalogaran como “viciosa” lo que para nosotros puede ser una actividad “normal”, no exisitiría este foro, por ejemplo, y la información que aquí hallamos nos llegaría semanalmente por correo a casa en los catálogos del Corte Inglés (JAC, naturalmente, sería el Jefe de de la Sección, tendría fabulosos descuentos en toda la gama de Emidio Tucci y ganaría una pasta)
En conclusión, Travesura, yo creo que más que una doble moral (pero tampoco tendría nada de extraño, porque en nuestro mundo casi todo está regido por una doble moral: la política, la religión, el amor…, y la actividad de que hablamos participan de todo eso, y más), el afán de privacidad responde a una necesidad de defensa ante una hipocresía social de la que somos responsables todos, sin excepción, porque en nuestro mundo son pocos los que se resisten al “placer” de propagar las vidas ajenas a los cuatro vientos, sobre todo, curiosamente, aquellos con los que nos cruzamos en los portales de nuestros “vicios”.
Por lo demás, hombres y mujeres estamos hechos de la misma materia. Aparte de lo puramente biológico (que en nada afecta a las características intelectuales o morales), lo que nos diferencia es adquirido y no innato. Cuando comparamos un hombre y una mujer estamos comparando, no dos tipos naturales y biológicos, sino dos tipos artificiales y sociales, cuya diferencia se debe en gran medida a factores educativos. Cuando, de pequeños, recibimos una muñeca de trapo o una pistola de plástico, recibimos con ellos toda una cultura, toda una sociedad que se halla allí metida. Lo que quiero decir es que los “pecados” o las virtudes de los hombres lo pueden ser también de las mujeres, y viceversa. Es sólo cuestión de tiempo.
Pero lo que sí es verdad (pienso yo) es que ni todos los hombres ni todas las mujeres son iguales entre sí. Hay hombres y mujeres que destacan por su esfuerzo para los que la norma es la excepción. Es verdad, Buick, que muchos hombres (la mayoría) llevan dentro un cerdo más o menos soñoliento, pero también es verdad que los hay (pocos) que llevan un tigre, o un caballo, o un elefante, o qué sé yo… (Claro que también los hay que llevan una mofeta). Y lo mismo con las mujeres.
He dicho.
Por mi parte no tengo nada que añadir a tu profundo comentario, sino que, mandarte unos saludos de todos nosotros. que te vaya todo bien.
has dixo boss, has dixo y bien dixooooooooooooo!
ahi va lo ca dixooooooooooooooooooooooo!
vaya don de palabra!
supera usted a todos los presidentes y expresidentes de la nacion mas grande de la penissula iberica!
vaya dote! digo la de la palabra!
si que es un diamante usted! pero verde!
ah no eso es una esmeralda! pos eso!
ah y esa es otra opcion mas!
saludos
mi5xxx
diletante
Cipotona (como sé que lees esto me dirijo a ti directamente): ¿Sabes cuántos millones de personas han pasado y pasarán por este mundo esperando inútilmente una declaración de amor como esta?Iniciado por cipoton
Nietze, un fuerte abrazo, mi mujer aún no ha llegado a casa pero en cuanto llegue, te prometo que le enseño este mensaje.
Veo que Internet cada día mejor, yo me imagino que estás.... ¿En el Polo Sur, haciéndo un estudio sobre el pingüino peregrino?.
Estés donde estés un fuerte abrazo y sigue deleitándonos con tus mensajes, siempre es un placer saber que estás bien y con buen humor para ponerte en contacto con nosotros.
(Voy a proponer a mi mujer que se registre como cipotona, por favor foreros, no utiliceis este nick, dejadmelo para ella, no sé si le gustará pero yo voy a probarlo)
Regístralo tú mismo, antes de que nadie se te adelante y luego le pasas la contraseña a ella...Iniciado por cipoton
Registrada con el nombre de cipotina (cipotona no le ha gustado demasiado)
Pues bienvenida al foro, aqui va un avatar
Saludos cordiales