Efectivamente, como dice trave es un lujo.
Y aquí es donde cabe preguntarse si con 3000 € quieres un servicio de 3000 € o 20 servicios de 150 o 10 de 300.
Cada cual sabrá que le cunde más
Efectivamente, como dice trave es un lujo.
Y aquí es donde cabe preguntarse si con 3000 € quieres un servicio de 3000 € o 20 servicios de 150 o 10 de 300.
Cada cual sabrá que le cunde más
En honor a quienes aman las bellas rúbricas. Todo llega tarde o temprano.jajajajja
Tienes toda la razón Trave, porque además tu eres una fuente de sabiduria en este tema, pero yo soy mas de encontrar a la persona y que los dos nos sintamos bien, el precio no importa, si alli la encontrara como yo quiero.Iniciado por Darkside
De todas formas en estos momentos, esta persona la tengo, es maravillosa, es vip-vip y tenemos una relación fantastica, en la que los dos nos sentimos totalmente satisfechos, quizás por esto tambien, lo de la zona vip, no me va.
Saludos
Iniciado por Darkside
Efectivamente, resulta sorprendente lo que puede uno encontrar...S O R P R E N D E N T E.
Anyway, yo me quedo con mi Venus particular.
Saludos.
Siento tu voz y escucho el mar
Me gusta el tema... siempre me ha llamado la atencion esto de los books privados. Alguien ha tenido el placer de ver alguno ya sea de Madame o de cualquier otro sitio. No para que diga quien hay sino para q pueda explicar un poco mas la diferencia, ya q el por experiencia sabrá mejor...
SALUDOS.
P.D: Imagino, Trave, que tus palabras son las que mas se acercan a los que son estos books privados.
Uyyyyyyyy........ pobrecita de mi, no tengo ni idea de nada zeta....Iniciado por Zeta_travis
Te cuento.
La única vez que he utilizado un álbum privado fue hace muuuuuuchiiiiisimos años, tantos que por no haber no había internet. Más de 15 años.
Fue un anuncio en La Vanguardia. Entonces utilizaba el sexo de pago muy esporádicamente. Dos, tres veces al año y eso en épocas muy movidas y, sobre todo, no es excusa, por cuestiones de trabajo, cierre de asuntos en que el cliente quiere juerga, en fin, tiempos que no añoro. Quise hacerme un regalo.
Era un piso, bajos, en el ensanche, por la zona de la Sagrada Familia. Aceptable, sin grandes lujos. Pequeño. Recuerdo que el ascensor estaba en el lado derecho del inmueble. Finca con portería “de posibles”.
Me atendió un tipo educado. Y me mostró un book en el que habían fotos, recortes de anuncios de publicidad y estos mismos acompañados de fotos de las chicas que acreditaban que eran la de los anuncios. Nada de presentadoras de televisión, famosillas, conocidas, etc.
Escogí una de las chicas, unas fotos naturales, de paseo y dos en pose, vestida. Me pareció preciosa. Y muy jovencita. Señalé a quien me atendía que nada de menores a lo que comentó que tenía 19 años y que era estudiante.
Te estoy hablando de hace 15 años. La broma ascendió al equivalente de 600 euros de ahora por dos horas. Si, como has leído, pero siempre he sido un poco loco.
Me señaló que llamaba, y así lo hizo. Obtenida respuesta, había dos posibilidades, esperar un ahora allí tomando algo o volver, pero en ese caso debía dejar 20.000 pesetas. Me esperé y me invitó a una copa. Y te lo creas o no, no tengo el porqué mentir, me advirtió que la chica decidía si realizaba el servicio o no, y que esta era una regla que debía aceptar, a lo que presté mi conformidad, siempre lo hago, si bien sale de mi.
No llegué a esperarme la hora. Se presentó la chica, idéntica a las fotos, hablé con ella y le comenté lo que deseaba, debió de dar su conformidad pues salió el tipo, le aboné el precio y se marchó del piso y nos quedamos solos. Hoy no entendería este comportamiento, ni él ni ella me conocían de nada y en el apartamento no había nadie más.
La chica era guapísima de cara, jovencita, morena. Nada de modelos, cuerpazos, vestimenta chic y demás zarandajas, sino todo lo contrario, una naturalidad de trato, presencia y simpatía que he de reconocer que al principio me hizo hasta sentirme incómodo.
La relación fue estupenda. Entonces ya actuaba como ahora, soy una autentica momia. Pero como a todas mis parejas les explico claramente como soy no hubo problema alguno. Y ella estuvo sensacional. Entonces no me extrañó, hoy, recordando, me sorprende, por su edad.
Me dijo que estudiaba en la universidad, no me quiso señalar cual, y los comentarios típicos de que lo hacía esporádicamente para sacarse unas pesetas, algo de viajes, cine, música y banalidades varias en este tipo de conversación.
Si he de resumir la impresión que recuerdo de la chica, lo guapa que era, un cuerpo de jovencita precioso y, sobre todo, la naturalidad y simpatía con la que actuaba. Me trató estupendamente, puro mimo.
No volví a verla. Entonces no repetía nunca, entre otras razones por el escaso uso que hacía de este tipo de servicios.
¿Qué si valió la pena? Es difícil contestar. Digamos que fue una experiencia que no he repetido pero que recuerdo agradablemente.
Excelente relato Gerundio, y muy bien contado, ya me gustaría tener una experiencia como ésa