Roberta y Veronica - In Paradisum
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3 | 12/2011 | Barcelona |
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Andros |
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VER COMPLETA | 04/2011 | Barcelona |
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mackie |
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VER COMPLETA | 06/2011 | Barcelona |
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mackie |
3.159 veces |
Apartamento de la escort | 10 |
Duración | 69 minutos |
Precio | 200€ |
Pecho | Natural |
Fumadora | No lo sé |
Besos | Besa con lengua |
Francés | Sin hasta el final |
Griego | No lo sé |
Ni excusas ni justificaciones, fui a ver a mis dos amigas porque me lo paso de muerte con ellas, gozamos como leones (suponiendo que se lo pasen tan bien como nosotros) y disfrutamos de sexo, complicidad, cava, chocolate y buen humor ¡sobre todo buen humor!
Así que esta vez ya sabía a lo que iba, lo pasé de miedo y disfruté perversamente pensando en lo escandalizado que estaría el curita con el que me suelo confesar cuando le contara lo bien que se me da pecar contra el sexto:
-¡Ave María purísima! – le vuelvo a decir al padre Facundo, de la parroquia de San Tócame.
-Sin pecado concebida, hijo mío.
-Padre, vengo a…
- Guaaaaaa. Cuenta, cuenta. ¿Ha sido con una o con dos?
- He vuelto a faltar contra el sexto mandamiento.
-Que sí, coño, que sí. Suelta, suelta, que me estoy poniendo malo de pensarlo.
-Pues ná, dos amigas muy cariñosas. Fui a verlas y empezamos a hablar y, sin darme cuenta, con la tontuna de “ponte cómodo”. Jooooodé, ¡vaya si me puse cómodo! En pelota picá íbamos los tres.
Este cura es la leche. Ya se está arremangando la sotana.
-Cueeeentaaaa. ¿Son bellas estas niñas?
-Pero, Padre, deje de tocarse. ¿Le traigo agua bendita para que se lave la mano? ¡Estos curas de ahora son la hostia! -pienso para mí. Pues la verdad es que son dos benditas de Dios, con un cuerpecito que llama, llama al pecado.
-Aaarggh. ¿Y losssss pechosssssss? ¿Cómo tienen losssss pechosssss? ¿Y su floooooor? ¿Cómo es su floooooor?
-Padre, que me chivo al obispo que se está poniendo calentito. Si es que yo ni me fijo en esas cosas. Empezamos a hablar y de repente se ve uno liado y cuando no tiene un culo, tiene una teta en la boca y cuando ellas no te besan en la espalda, te devoran el sable.
-Son dos Avemarías por polvo, tres Padres Nuestros por sexo oral y cuatro Gaudeamus Igitur por cositas como sesenta y nueves, trenecitos, corros de la patata.
-Venga, pues póngame dos docenas de cada, porque hubo de todo. ¿Ya me puedo ir con la absolución?
-No, no, que me tengo que enterar de todo, que si no no vale.
-Pues te vas a enterar, curita.
Vero tiró para la ducha y, como nos devorábamos (digo que nos demorábamos) un poco Roberta y yo, pues cuando llegamos, ya salía Vero limpita.
Nooooo, señora, vamos otra vez pa dentro. Y allí, que si te como, que si te beso, que si un dedo para aquí, que si “polla que no has de lamer, déjala correr”, que si sí, que si no. Es que son muuuy tremendas, porque Roberta quería probarme, dijo que estaba bueno y Vero tuvo hambre y dijo “quita, quita”. Y yo veía mi pene como la falsa monea (que de mano en mano va y ninguna se la queda). Y así seguimos hasta que yo empecé a mirar al techo porque se me iba la vida por abajo. Y aaaarghhhh, gocé brutalmente.
-Vale, llevas tres Padre Nuestros. Y te advierto que no tengo cambio y has pedido dos docenas. Como no suba la temperatura, no te absuelvo y vas al infierno con todos sus cuernos.
-Paaaare, que no se acaba la historia.
Fuimos entonces para el salón y pensé que nos pondríamos en el sofá y que me cabalgarían por abajo mientras que yo me comía lo de arriba. En fin, ¿qué le voy a contar, Padre, que no se haga en un seminario?
Pero no, pusieron una sábana sobre la alfombra (más que nada porque los pelillos de lana se meten por cierto sitio y luego da un picor que es un sinvivir).
Y allá que fui a comerme a Roberta practicando un 69. Entonces Vero me dice “uuuy, ¡qué culito!” y me hace cositas por detrás. Tampoco sé muy bien qué porque yo iba tó loco.
Roberta entonces se pone nerviosa, nerviosa. Vamos, digo yo que eran nervios porque se retorcía y acabó con un “uyuyuy, amore, aaaaaaaaaahhhhh” y luego que no se la podía tocar porque estaba toda sensible. Pero, vamos, que no se enfadó conmigo ni mucho menos.
Y casi al mismo tiempo, con la tontuna de lo que me pasaba por la popa (y algo también por la proa), pues perdí los papeles y ¡hala! a gozar.
Bueno, creo que entre medias, jugué a los perritos con Roberta mientras Vero me tocaba por detrás y me comentaba la jugada.
Ah, y también me acuerdo que yo estaba tumbado mientras Vero me cabalgaba y Roberta me acariciaba lo que sobresalía.
Ah, y en otro momento monté a cuatro a Vero mientras ella besaba en los labios de abajo a Roberta.
Y, puestos a recordar, un cunnilingus de Vero dirigido por mí diciendo “come aquí, muerde allá” con Vero agradecida de mis enseñanzas (es que son majísimas).
Y, se me olvidaba, ¡una Marsellesa silbada por dos bocas, que ríete tú de Sarkozy!
En fin, que pasó de todo y más.
-Aburrido me tienes, pecador, cuenta con detalle, que si no te tengo que dar media absolución.
-Yo estaba ya bieeeeen, pero Roberta me preguntó si alguna vez me había encamado con las dos a la vez.
Pues no, le dije. Es que no hay forma con ellas de pasar del sofá. Que digo yo que está bien, pero que una cama también tiene ventajas.
El caso es que salté al catre (el salto del tigre creo que lo llaman) y devoré otra vez a Roberta, con espasmos varios por su parte.
Entonces llega Vero que me acaricia por Detroit y, yo no sé cómo, desaparece y aparece tumbada con su flor bajo mi boca y yo allí devorando como si tuviera muuucha hambre mientras que Roberta algo hacía por el frente Sur.
Y, como diría un Pirata, pim pam pum, bocadillo de atún. O sea que llegamos al orgasmo a la vez.
Pero ¡PAADRE! ¡¡¡¿¿¿ Me está escuchando???!! – le pregunto al maricón del cura que está tocando la zambomba como un poseso.
-Aaaaaargghhhh- y, ya más tranquilo - Continúa, continúa, hijo…
- Pues que ya está, que nos tranquilizamos un poco, tomamos cava, chocolate, hablamos de nuestras cosicas y salí de allí más feliz que una perdiz
-Ego te absolvo in nomine Patris, et filii, et Spiriti Sancti..
-Amen, padre, pero vaya corridón que se ha pegado, ladronnnnng.
- Y recuerda, hijo que, si pecas de nuevo, tienes que confesarte ante este siervo del Señor. Y además te he dado un pack de Ave Marías y plegarias varias y no has gastado ni la mitad.
-Con Dios, Padre.
Este clero ya no es lo que era. Bueno, al menos tengo bula para seguir dándole una temporada. Tengo pensadas ya unas cuantas niñas que…
Pero eso es ya otra historia....
PS: Dedico este cuentito de trajineo a todos aquellos que tanto me han apollado (con elle) en mi carrera literaria dentro de este bendito foro. ¡Va por ustedes!