Tórrida noche con Zaira la andaluza de preciosos ojazos

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Barcelona

Dirección Cliente
Duración	720 minutos
Precio	1000€
Pecho	Natural
Fumadora	Sí
Besos	Besa
Francés	Sin
Griego	No lo sé

Llegó el día esperado....

A las 8 y media, aproximadamente, espero la llegada del taxi que me traería la muñequita andaluza.

Una perdida. Es ella. Ya ha llegado. El taxi se para y ella sale. La voy a recibir y la acompaño a mi casa.

Ya dentro, me besa con su melosidad habitual. Su vocecita es encantadora. Su carita alargada, su tez pálida y sus ojos ligeramente rasgados me recuerdan a una geisha japonesa.

Subimos a mi garito. No besamos con gran pasión y empezamos a desvestirnos para entrar en la ducha. En el ordenador suena música romántica de saxofon. Nos duchamos juntos. Al salir bailamos desnudos por mi habitación al son de la música. Después me siento en un sillón y ella se me pone encima y me besa con extrema ternura. Pienso: ha cambiado. Eel volcán de hace dos o tres años se ha tranquilizado y la pasión se ha tornado serenidad y dulzura.

La cojo en brazos (pesa sólo unos 45 kilitos) y me la llevo a la cama. Allí jugamos y me hace la primera de las innumerables y largas felaciones que recibí durante la velada. Besos y más besos. Le propongo cenar.

Bajamos a la cocina y nos preparamos una ensalada y unos spaghetti. Lo subimos a la habitación y allí cenamos. Hablamos de cosas, hasta, fijaos, de las pirámides de Egipto. Es muy parlanchina. Lo cuenta todo, siempre con ese acentillo sureño, que a veces me cuesta entender. Sus ojos, como buena andaluza, son brillantes y expresivos y refuerzan de forma clara la expresión del lenguaje y los sentimientos.

Después de cenar miramos fotos suyas en el ordenador, que tengo en mi colección. Le paso alguna que no tiene. Resulta que poseo yo más imágenes de Zaira que ella. Mientras miro los últimos mensajes del foro y voy a actualizar lo del concurso, se me arrodilla delante y me obsequia con otra dulce y apasionada mamada.

Le propongo mirar videoclips eróticos, de los cuales tengo en mi haber una grandísima colección. Vamos al sofá, pero en vez de mirar la televisión se dedica a pasar su lengua por mi desnudo cuerpo y, al final, otra felación, potente, intensa.... com musho arte!

Nos vamos ya a la cama y apagamos el televisor. Jugamos y después apagamos la luz... Estuvimos abrazaditos casi toda la noche. Como tenía a veces un poco de frío la apretava entre mis brazos. Tosió (ostras, pensé, a ver si pasa como cuando estuve con Carol en el apartamento!)... pero no fue nada.

A la mañana siguiente, otra estupenda mamada que hizo que mi miembro, que por cierto, ese día no estaba muy católico que digamos (tenemos una edad y he dejado el cialis), regurgitara una enorme cantidad de semen (sí, ruize, sí, aunque no te lo creas) que me hizo sorprender. Quizá fue la pericia de la pasional y dulce Zaira.

Desayunamos juntos y me contó algunas cosas de su vida privada. Llamamos un taxi para que la llevase a la estación, y de allí coger un tren a Barcelona.

Anécdota final: cuando empezava a poner orden en la habitación, observé como en la repisa del lado de la cama, Zaira se había dejado los pendiente. Salí rápidamente y ella todavía esperaba el taxi en la esquina. Aproveché para devolvérselos....

Bueno, Zaira sigue siendo un pequeño volcán, per ahora más dulce. Recuerdo todavía la primera visita que le hice cuando sólo tenía 18 años y salí extenuado. Ahora es un bomboncito que hay que saborear sin prisas. Pero con pasión contenida.